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¡Ah, la lucha contra el reloj!

Algunos lo comprenden perfectamente, otros parecen pensar que el tiempo de los demás es un recurso infinito. Para muchos profesionales, la agenda no es solo una herramienta, sino una barrera entre el caos y la productividad. Pero claro, siempre hay quienes creen que puedes "hacer un huequito" sin importar tu día.

¿Te ha pasado algo hoy que te hizo pensar en esto?
Si Fíjate.... con el cliente de nombre...paso…, y con el de nombre,,,, paso......---y así podría seguir... ¿Entre emprendedores somos noticia?

"Voy a compartir con ustedes lo que me cambio mi vista...."


Emprender fuera del horario: luchas y soluciones


Muchos emprendedores relatan jornadas intensas y siempre conectadas, luchando por cumplir objetivos sin sacrificarlo todo. En la cultura del “hustle”, ser siempre localizable se asume como signo de compromiso. Pero “la creciente hiperconectividad y la cultura de la disponibilidad permanente” han borrado los límites del trabajo y otros. Según un estudio de Adecco, el 30% de los españoles no desconecta tras su jornada una situación que afecta especialmente a profesionales exigentes como emprendedores.


Esta falta de balance provoca estrés crónico y reduce el rendimiento: la incapacidad para gestionar eficazmente el tiempo entre lo personal y lo laboral “tiene graves repercusiones en la salud mental y física”


Estrategias de gestión del tiempo. Para capear esta presión muchos empresarios aplican técnicas de organización estricta. El time blocking –dividir el día en bloques dedicados a tareas específicas– es particularmente popular. Un enfoque recomienda “reservar las primeras horas de tu día para trabajar de manera enfocada en tus proyectos más importantes” y luego alternar con periodos de menor exigencia (como correos o reuniones) según el nivel de. Esta estructura intencional ayuda a “priorizar tareas de alto impacto y limitar las distracciones” logrando “más en menos tiempo”.


Las herramientas digitales son aliadas cruciales.

Las herramientas digitales son aliadas cruciales. Plataformas de gestión de proyectos como Trello o Asana permiten visualizar tareas y plazos, mejorando la colaboración y evitando. Calendarios electrónicos Google Calendar, Outlook o apps especializadas, ayudan a fijar bloques de trabajo y de descanso, recordatorios y pausas regulares. La automatización de tareas repetitivas también libera horas valiosas: por ejemplo, programar respuestas automáticas, usar plantillas para correos frecuentes o delegar reportes rutinarios a software, convierte ese esfuerzo en “horas que podrías liberar” para concentrarte en la estrategia o incluso “disfrutar de un respiro mental”. Como resumen de estas tácticas, un experto aconseja usar tecnología con prudencia: “Hay una serie de aplicaciones y herramientas que pueden ayudarle a administrar mejor su tiempo. Encuentre las que funcionen para usted y utilícelas para ayudarle a mantener el rumbo”. Además, dedicar cada semana algo de tiempo a aprender nuevas herramientas o tendencias tecnológicas amplía tus habilidades.


La delegación es otro pilar. Reconocer que “no puedes hacerlo todo tú mismo” y confiar en colaboradores bien preparados reduce la carga sobre el. Asignar tareas administrativas o creativas de rutina a terceros libera espacio mental para decisiones clave. De hecho, la gestión del tiempo eficaz incluye reservar horas para actividades personales y familiares: “Al establecer límites y priorizar el tiempo personal, los emprendedores pueden prevenir el agotamiento y mantener una vida personal plena junto con sus responsabilidades profesionales”. En la práctica, esto puede traducirse en bloquear en tu calendario un día libre semanal o unas vacaciones fijas al año. Cada vez más fundadores programan alertas de inicio y fin de jornada, o actividades de descanso: caminar al mediodía, ejercicio regular, meditación o cualquier hobby que asegure desconexión real.


Poner límites con clientes y contactos. Un reto crítico es manejar las demandas externas. Muchos emprendedores confiesan sentir la presión de contestar cada mensaje o llamada “por si acaso” surge una oportunidad. Pero al estilo de la asesora Laura P. Núñez, es vital recordar: “Tu cliente puede tener tu móvil, pero no tu vida, y tiene que respetarla como tú respetas la suya”. Dejar claro desde el inicio horarios de atención evita malentendidos: si el supermercado cierra a las 21h, tú también tienes “derecho a abrir y cerrar y a parar para el bocadillo”. Comunicar mediante correo o WhatsApp tus tiempos de respuesta (por ejemplo: respondo de 9 a 18h, lunes a viernes) educa a clientes y equipo.

En la práctica, cuando un cliente insiste fuera de horario hay tácticas concretas: responder al día siguiente, proponer una reunión en un horario acordado o usar respuestas automáticas que dirijan “para urgencias” a canales específicos. Si se repite la falta de respeto, muchos emprendedores optan por medidas firmes: silenciar notificaciones de números problemáticos o estipular penalizaciones contractuales. En sus consejos, Núñez insiste en que “no te sientas culpable, no tengas miedo a decir que no”. Aprender a declinar pedidos adicionales o fechas no acordadas sin explicaciones excesivas es un arte de la asertividad que protege el tiempo propio y, paradójicamente, fortalece la relación, pues enseña a todos dónde están los límites sanos.

Impacto en productividad y bienestar. La falta de límites adecuados tiene costes claros. El burnout emprendedor es una realidad extendida. “Gracias a las extenuantes jornadas laborales, muchos están sufriendo el síndrome de burnout, agotamiento extremo y emocionalmente debilitante”. Un estudio de Endeavor México muestra que los fundadores tienen hasta un 50% más de riesgo de ansiedad, insomnio y depresión comparado con empleados de su . Los síntomas afectan la creatividad, la toma de decisiones y la capacidad de innovación. Incluso desde la psicología se advierte que la mezcla constante de estrés y falta de desconexión genera un “ciclo de culpa” que alimenta la ansiedad y erosiona las relaciones.

En el plano profesional, ignorar las reglas de tiempo propio también reduce la eficiencia. Cada vez que interrumpes un bloque de trabajo para atender tu correo “impera la ley del más rápido” y tiendes a producir bajo presión, en lugar de con enfoque. Como sintetiza un análisis, al asignar franjas horarias específicas a cada actividad, los emprendedores optimizan su productividad; lo contrario, fluir sin ritmo ni prioridades, conduce a “hacer más de lo realmente necesario” sin calidad. Además, la sobrecarga laboral crónica puede tensar equipos y familias. Mantener la presión 24/7 compromete la confianza mutua (un socio o cónyuge percibe que siempre eliges el trabajo) y a largo plazo desgasta las relaciones. En contraste, un equipo que ve a su líder respetar su tiempo propio percibe con más libertad establecer los suyos, mejorando así el clima.


Hacia una narrativa más saludable. Hoy crece la conciencia de que “siempre disponible” no es un mérito, es una trampa. Algunos emprendedores comparten en RRSS y charlas cómo cambiaron de chip: establecer rutinas de bienestar, programar mini-vacaciones o desconectar totalmente fuera de horario son gestos revolucionarios.


Por ejemplo, planificar con antelación viajes largos y acordar con el equipo cubrir turnos permite que el fundador trabaje solo 10 horas a la semana mientras. En redes sociales y podcasts se multiplican historias así; la idea clave es redefinir el éxito para incluir la salud mental.


Expertos coinciden en que poner barreras no es ser “flojo”, sino inteligente.

Expertos coinciden en que poner barreras no es ser “flojo”, sino inteligente. Como señala un gurú del crecimiento personal, establecer un límite claro con mensajes firmes –por ejemplo, “mi horario es de 9 a 5 y no contesto fuera salvo emergencias”– enseña a los demás a respetar. Al fin y al cabo, nuestras horas laborales son valiosas: “el tiempo es oro en tu negocio, no lo desperdicies” aconseja otro coach. El movimiento actual va más allá de los consejos tradicionales: celebra el “non-burnout” como un logro tanto como la facturación. Algunos fundadores proclaman que cultivar aficiones o practicar mindfulness es tan importante como cerrar ventas.


En definitiva, la gestión saludable del tiempo combina disciplina y humanidad. Significa organizar la agenda con herramientas digitales, delegar sin miedo, y también respetar los propios límites. Como concluyen psicólogos y emprendedores, un equilibrio flexible (no perfecto) fomenta motivación . Empoderarse para desconectar –apagando el móvil en horarios  o estableciendo fines de semana sin trabajo– genera una productividad más sostenible a mediano plazo. Hoy muchos líderes abogan por horarios fijos, pausas proactivas y pausas creativas, llamando a abandonar la “cultura del hustle” y a reivindicar el tiempo personal. En sus propias palabras: solo quien cuida su bienestar y valores puede mover montañas a largo. En el fondo, el mejor consejo es tan humano como sencillo: ponte a ti mismo tan arriba en la agenda como pones a tu negocio.



 
 
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